EJERCICIO PARA MEJORAR LA CONCENTRACIÓN

Es simple y lo podés hacer siempre que necesites que tu mente se vuelva a enfocar!
Podemos ayudarnos con velas, música o algún incienso.
Pero la respiración es la que nos conecta con nosotros mismos, con la vida en sí. Es el puente entre lo físico, emocional y mental, determina la manera en la que interactuamos con nuestro entorno.
Por ende, es la mejor aliada a la hora de buscar calma y quietud en la mente para poder enfocarnos en lo que queramos hacer.
Cuando nacemos tenemos una respiración mucho más plena. Pero con el paso del tiempo vamos aprendiendo a respirar de manera automática y dejamos de aprovechar el poder que esta tiene sobre nosotros mismo.
Sólo usamos un 30% de nuestra capacidad pulmonar, que contribuye al cansancio y estrés.
Lo ideal de esta respiración es, concentrarse en ella y respirar ocupando un poco más de nuestra capacidad respiratoria. Una mayor cantidad de oxígeno en células las ayuda a regenerarse, fortalecerse y limpiarse. Permite que los órganos se regeneren y desechen los tóxicos nocivos.
El ejercicio es simple: primero hay que sentarse en un lugar cómodo (puede ser el suelo o una silla), con la espalda erguida y los hombros relajados.
Con el pulgar derecho cierra la fosa nasal derecha y expulsa todo el aire por la fosa nasal izquierda.
Inhala por la fosa nasal izquierda y con el dedo anular ciérrala.
Expulsa el aire por la fosa nasal derecha.
Inhala por la derecha y retén la respiración.
Repite este ejercicio durante 5 o 10 minutos.