LA NUTRICIÓN AFECTIVA

NUTRICIÓN AFECTIVA

En la consulta pediátrica, cuando hablo de buena nutrición, recalco lo básico, nutrir es generar un ambiente de confianza, amor, respeto, dentro del hogar, primordial para que la alimentación sea aceptada.

Si a una mamá no le gusta el brócoli y es ella quien le da de comer a su bebé es poco probable que su bebé lo quiera comer. Si un bebé ve comer a su familia en un ambiente distendido y placentero, va a querer probar todo, no querrá quedarse afuera de ese ritual.

Si la mesa es un espacio de conflictos (discusiones, televisión, etc.) o dónde rara vez esté todo el grupo familiar reunido, no es de extrañar, que el más pequeño aproveche para “patear el tablero”, es la oportunidad que tiene para hacer sus reclamos. Pero, ¿entendemos que nos quiso decir?  Seguramente no, por el contrario, nos sentiremos víctimas porque nos complicó ese momento que necesitábamos para relajarnos y justo se le ocurre hacer un berrinche.

Cuando aparece un “síntoma”, sea berrinche, llanto, incontinencia urinaria, incontinencia fecal, o cualquier otro, hay que desandar las horas, los días, desenredar la maraña de emociones y conflictos familiares y aparece el origen.

El origen no es el paciente pediátrico, él disparó la alarma, señaló el conflicto. Un conflicto nudo que no saben-no quieren pensar-cómo resolver, los adultos. L@s hij@s nos obligan a ver lo que no queremos ver.

Nuestros conflictos no resueltos, generan inseguridad en nuest@s niñ@s, es nuestra responsabilidad encontrar la solución, pidiendo ayuda en el ámbito que nos resulte confiable (terapeuta familiar, pediatra, etc.) y con la honestidad absoluta para ver el problema real.  

Nuestr@s hij@s necesitan, como necesitamos nosotr@s cuando fuimos chic@s, un ambiente de amor, paz, respeto,  y eso está por encima de nuestras necesidades personales. A veces en la consulta veo tres niñ@s herid@s, los padres puestos a la par con el niño y hay que re categorizar esta situación para determinar quién es la víctima primordial.

Y además debemos darles las gracias, pues nuestr@s hij@s, con sus síntomas, cuando los atendemos, en realidad estamos siendo rescatados por ell@s para ser mejores personas con nosotr@s mism@s y todo el grupo familiar.

Por Dra. Maria Elena Atienza Mancebo

Consultorios Integrados del Neuquén
Las Palomas 39. Neuquén Capital- 0299 446-0637
 

 

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